Girma es el primero del grupo que ha conseguido ser independiente económicamente. No tenía padre cuando le conocimos, y su madre murió cuando él era un adolescente, estando ya con nosotros, por lo quedó al cuidado de sus tíos y de nuestra organización. No le gustaba estudiar, por eso cuando acabó la enseñanza obligatoria nos planteó la opción de sacarse el carnet de conducir. Gracias a la donación de una empresa pudimos subvencionarle las prácticas y el examen, y ahora es chofer profesional. Comenzó con los tuc tucs, los taxis de Lalibela, y ahora es un conductor experimentado que se gana muy bien la vida. Es tímido, dulce y le queremos.